Cada una de las propuestas de Félix Ramiro invocan una historia, nos hacen viajar en el tiempo y nos hablan de un hombre titular de una visión que sólo puede ser contada por él. Félix Ramiro asigna a su universo interior todo su talento transformado en imágenes que tan bien quedan reflejadas en sus deslumbrantes desfiles, que encuentran inspiración en el mundo urbano, en la esencia cosmopolita de la sociedad actual, en el que pervive, no obstante la identidad de las ciudades españolas.
Fotografía: @thevirum
Posees un sello y un estilo propio. Tu visión ha trascendido en el ámbito de la moda masculina. Y hoy por hoy eres uno de los diseñadores más aclamados. Y a pesar o precisamente por ello la iconografía que acompaña a la palabra y al concepto sastre te acompaña y forma parte de tu identidad.
En efecto; mi tío, que ya está jubilado era sastre. Este hecho marcó mi vida y para mi es un honor que se me caracterice como sastre. Sí que es cierto, que Félix Ramiro como marca y como trayectoria personal significa también mi dimensión como diseñador. A veces ambos conceptos de aúnan dando sentido el uno al otro.
1986 es una fecha clave en tu biografía. El año que arranca Félix Ramiro exponencialmente como marca. Casi cuarenta años en los que vemos una extraordinaria evolución, reflejo de los distintos cambios. ¿Qué anécdotas rescatas de esos comienzos?
Así es; son ya unas cuantas décadas de cambios y transformaciones que como creativo siento que han ido en paralelo a los entornos que me han acompañado; de alguna forma he interpretado aquello que veía y sentía a mi alrededor. No obstante estoy convencido que los dos últimos años han sido los mejores desde la perspectiva creativa.
Como anécdota que me conecta al presente recupero justamente ese momento iniciático en el que me presenté, tras salir de la academia, a un concurso de jóvenes diseñadores al que se presentaban más de 1.500 jóvenes talentos. La verdad es que estaba convencido de que este tipo de convocatorias estaban amañadas. Y ante mi propia sorpresa quedé en segundo puesto.
¿Cómo nace la marca, la esencia, los trajes a medida que caracterizan a Félix Ramiro?
Mi sello es la elegancia y por favor; que la gente no vaya disfrazada. Hay que ser uno mismo. Y desde ahí el color, la imaginación, conservar la arquitectura de las prendas. heredero de la auténtica sastrería de la que soy deudor y que me transmitió mi tío. Una sastrería renovada y que evoluciona. Félix Ramiro no es ajeno a la sociedad.
Cuando era niño tenía el sueño de ser presentador de televisión o locutor de radio. Para mí la radio era un acompañante de viaje. Para mi padre lógicamente esos eran sueños un tanto peregrinos; quería que tocara con los pies en el suelo. De hecho él quería que fuera veterinario, ya que era una profesión muy demandada en un ámbito rural como el que yo provenía. Cuando salía de la escuela, pasaba frente al taller de mi tío Dionisio. Pasaba a verle; era un mundo fascinante insertado en un pequeño pueblo, algo parecido a un oasis de color donde a mí me encantaba pasar tiempo. Entonces mi tío, casi a modo de disciplina, me hacía, planchar, me ponía pequeños encargos; y así me familiaricé con las telas, patrones, tijeras. Así fue como empecé a enamorarme poco a poco de este mundo convirtiéndolo en un proyecto personal y profesional.
Mi tío no sólo me enseñó el oficio desde el punto de vista de sastrería, sino también de confección y fabricación. De hecho durante un tiempo estuve coordinando el departamento de control de calidad.
El oficio, el aprendizaje constante y todos sus entresijos se han convertido en mi vida.
Tu tío Dionisio es, en tu historia, un hombre clave.
Hubo un momento en el que me dijo. “mira Félix; ya no tengo nada más que enseñarte”. Aunque también es cierto que parte de esa clave reside en la pasión que yo siempre sentí y que fue el auténtico motor que me impulsó a seguir, a seguir aprendiendo, a mejorar y a convertir todo ese aprendizaje en una empresa.
Calle Claudio Coello, número 19, epicentro de esta marca y referente punto de venta de Félix Ramiro, en el corazón del barrio de Salamanca. Pero además de este mítico espacio Félix Ramiro posee 11 tiendas, desde el que se despachan diseños únicos, trajes a medida.
Como podrás imaginar hay un equipo detrás, a mi lado, sin el cual yo y todo esto no podría funcionar. Citas nuestro establecimiento en el barrio de Salamanca, pero realmente el epicentro es Toledo; la ciudad donde todo nace (incluido yo mismo); en el que todo se crea y que supone una culminación de la empresa. Allí recibimos clientes de toda España e incluso de otros países. Toledo fue la primera tienda propia; la más emblemática. Allí está mi taller, mi atelier, mi estudio.
¿A partir de qué momento comienza la estrategia de expansión?
Yo empecé diseñando prendas y cazadoras deportivas, que de un modelo hicimos 45.000 en dos colores y que vendíamos cazadoras para multimarcas en toda España. La estrategia de expansión arranca hace veinte años y mi hijo Miguel Ángel Ramiro está al frente de la misma.
Tienes una relación muy especial con Argentina. Algo que nos une; pues desde allí nos ve mucha gente.
Recientemente he mantenido una colaboración con la que fuera top model argentina Valeria Mazza. Ella estuvo presente en la presentación de nuestra útlima colección.
Argentina es un país que siempre nos ha acogido muy bien; mi hijo Miguel Ángel Ramiro ha pasado allí largas temporadas. Muchos de nuestros clientes son argentinos. Y de hecho cuatro de los modelos de nuestra última colección (dos de ellos actores) son argentinos.
Algo que distingue tus propuestas son los estampados y las paletas de colores, desde una perspectiva en la que el estilo clásico sigue presente.
Como te decía antes, es importante ser uno mismo. Y desde ahí podemos llegar a todos los públicos. La elegancia no está reñida con el color, con lo atrevido. Un clásico gris o azul; una raya diplomática, es perfectamente compatible con una propuesta más arriesgada para otro momento distinto en el que uno quiera reforzar otro lado de su personalidad.
¿Quién decide las tendencias?
Nosotros los diseñadores no, eso seguro. Las tendencias nacen en la calle, en la gente, en los distintos espacios de identificación; lo que ocurre en el mundo, la cultura popular, el momento y el contexto.
Otra de tus grandes aportaciones a la moda masculina son los trajes de novio.
Si, es verdad. Y además eso constituye todo un reto en mi vida profesional. A los 8 o 10 años de arrancar con mi carrera como diseñador me di cuenta que el hombre estaba estéticamente muy abandonado, en particular con los trajes de novio, que eran tremendamente aburridos, y en un contexto cultural en el que se le asignaba todo el glamour a la mujer. Así que empecé a idear una colección de trajes de boda para hombres. Los “sabios” presagiaron que me estrellaría, que aquello no era un negocio. Pero mi apuesta fue firme y hoy por hoy puedo decir, a veces, ante mi propio asombro; es cierto que somos un referente no sólo nacional, sino internacional.
Nueva York fue la ciudad donde presentaste Adelfos. Una colección que te situó en el escenario internacional, que fue publicado por una revista de tendencias a nivel nacional y se presentó ante un nutrido público en un deslumbrante desfile y también en un showroom de lo más original en las calles de Manhattan.
Fue una extraordinaria experiencia y, en efecto, una importante escala en mi carrera. Al desfile acudió gente de gran prestigio, embajadores, incluso gente de la ONU, empresarios especializados en moda, y por supuesto un equipo profesional y de amigos que me acompañaron en esta aventura. La colección trataba de reflejar y reivindicar la indisoluble, excitante e inexorable relación en nuestras raíces, en nuestro presente y porvenir entre los mundos hispanos, el océano que nos une; los dos continentes, la interculturalidad y las masculinidades que de ello se desprenden.
Otra gran apuesta son vuestras ya icónicas corbatas.
Mi hijo es el encargado del diseño de las corbatas y lo lleva a cabo de una forma de lo más artesanal y algo que es muy importante; personalizado, porque las corbatas tienen un sustrato absolutamente emocional y personal. Mi hijo elige los tejidos y los formatos. Son de seda natural tratada y como marca buscamos el equilibrio. Hacemos lo imposible para que las corbatas de Félix Ramiro sean únicas e irreptibles.
Presentas Colección Salvaje en la Edición 76 de la plataforma MBFW Madrid, con una asombrosa puesta en escena, con un helicóptero
Está inspirada en un actor argentino que es además modelo; Martín Maioch, un actor que no es famoso, pero que me pareció muy inspirador.
La historia del reportaje relata la crónica de un viaje de estudiantes de medicina que se van de viaje de fin de curso. Cogen un avión, que por causas que desconocemos tiene que aterrizar forzosamente. Aterriza en una isla en la que hay animales sueltos, vegetación exuberante y una gran tormenta con descargas eléctricas. Esa descarga eléctrica les deja desnudos. Cuando el helicóptero aterriza cada uno se lleva la prenda que puede, y esa es la esencia del relato de este desfile.
Fueron 56 looks y con muchísimas mezclas de tejidos y conceptos.
Esta colección llegará a las tiendas en septiembre.
Más sobre Félix Ramiro: