Por Pablo Villapol. El Progreso.
Fotografía portada y Mar Souto: Rodrigo Arias
Mar Souto es profesora de universidad en Madrid. Un buen día del año pasado quería pasarse las vacaciones en una zona próxima a la costa de Galicia con la sorpresa de no encontrar alojamiento, algo que remedió Felipe Debasa invitándola a Mondoñedo: “Felipe (Debasa), Elena Candía (ex alcaldesa del municipio) y Roberto Reigosa son nombres que vivirán para siempre en mi corazón. Pues ellos me brindaron la esencia de una ciudad pequeña, libre y que se asoma a los retos de ese formato turístico que nos gusta definir como de viajeros.”, recuerda Mar.
Y así empezó todo: “Me enamoré inmediatamente. Es un maravilloso, pero en realidad hay que experimentar lo que es todo para explicar la conexión tan fuerte que sentí, con un bienestar emocional total hasta el punto de comprarme una casa allí”. Además lo hizo en la calle Álvaro Cunqueiro “así que no puedo estar más vinculada a Mondoñedo, con una casa en la calle con el nombre más ilustre de Mondoñedo”.
Pero ella sabe que en realidad “más importante que el pueblo es la gente que vive allí y que se desvive por ti, que casi se convierte en tu familia porque desde Elena, que era la alcaldesa de entonces que rápidamente nos organizó y facilitó todo, hasta cualquier otra persona, así que no solo es ya solo el pueblo, es todo. Aunque desde luego es muy significativo que haya una catedral tan bonita en un pueblo tan pequeño. Pero sí, más significativo es la gente que hace que allí me sienta como en casa”. Por eso dice que “cada vez que puedo hablo de Mondoñedo. Me llevaré a toda la gente que pueda para darlo a conocer”.
Con la casa que está restaurando dice haber tenido “muchísima suerte” incluso “con la inmobiliaria, que me lo facilitó mucho para que yo consiguiese la posibilidad de hacerlo. Es cierto que como está en el centro histórico ponen unos requisitos que entiendo perfectamente. Ahí sí que se ralentizó el proceso, pero es lógico que haya que cuidar el patrimonio. Eso sí me hace no poder ir más rápido, como a mí me gustaría y llevarme allí a la gente de Madrid”.
Un destino que gustará a todo el mundo
Mar Souto vivió muchos años en A Coruña “que es mi otra tierra de Galicia, y combinaré las dos, A Coruña con Mondoñedo” pero no tiene ninguna duda de que “este es un destino impresionante para los gallegos y para la gente de fuera. Y los que vayan se enamorarán como me pasó a mí”.
Como atractivos cita “el clima, por ejemplo. El casco histórico es difícil de mejorar, pero luego puedes hacer senderismo, hay valle, montaña, las playas ahí al lado… Es un destino de diez. Está todo. Así que me parece un verdadero regalo”.
Y precisamnte por haberle facilitado tanto las cosas no se olvida de agradecer “a Elena Candia y a Felipe Debasa todo lo que me facilitaron las cosas para que ahora tenga mi casa, y quiero recordar a la gente de Inmobiiaria Attica y a Roberto Reigosa que me ayudaron mucho y a Flaminio, que me estaba rehabilitando la vivienda cuando falleció en otra obra en Foz. Fue algo terrible que me afectó muchísimo y lloré por él un montón, porque es una relación muy cercana la que creamos porque aquí pasa eso, que creas estas relaciones tan cercanas”.