Agrupación Señor Serrano. Por Juan Carlos Trinchet.
Hablamos con Àlex Serrano y Pau Palacios (Agrupación Señor Serrano). Nos encontramos en Conde Duque, Madrid, a pocos minutos desde que comenzara el estreno de su último proyecto escénico: Una Isla. En esta obra, Agrupación Señor Serrano explora las dinámicas existenciales de un mundo que busca nuevas fórmulas de convivencia y nuevos diálogos con el entorno.
Agrupación Señor Serrano construye en Una Isla una narrativa alrededor de la inteligencia artificial en un tono romántico y casi evocador, que invoca la literatura de Asimov. El yo, el nosotros, el individuo, el colectivo y una isla imaginaria que funciona como metáfora para una reflexión intensa, necesaria y brillantemente facturada.
Entre las producciones de Agrupación Señor Serrano destacan títulos como Olympus Kids, Extinción, The Mountain, GCE, Birdie Kingdom, A House in Asia, BBBB, Katastrophe, Memo, Contra.Natura, Artefacto, Europa, Mil tristes tigres
¿Cuáles son los orígenes de Agrupación Señor Serrano?
En el año 2006 terminé mi formación en el conservatorio de teatro y fue entonces que percibí que mis planteamientos escénicos no encajaban con el panorama teatral de la época, por tanto, decidí fundar una nueva compañía artística para poder desarrollar un lenguaje propio sin el corsé de lo preconcebido y anteriormente tantas veces revisitado. Un año después, se incorporó al equipo Pau Palacios como codirector artístico y Barbara Bloin como productora ejecutiva. Nuestra compañía se va renovando constantemente y se configura siempre a través de producciones propias. Las temáticas son totalmente originales y todas parten de un lenguaje contemporáneo que va mutando y, sobre todo, siempre manteniendo un sello personalísimo fiel a nuestra esencia más genuina.
¿Cuáles son vuestros referentes a la hora de generar el acto creativo? ¿De qué se nutre vuestra compañía?
Nos nutrimos mucho de referentes cinematográficos que van desde los clásicos hasta los más contemporáneos. También nos fascina la fotografía, el videoarte y la literatura. Somos artistas inquietos en constante investigación creativa. Sería simplista hacer una lista de referentes pues siempre se nos quedaría alguno sin mencionar. La influencia del arte en general es a veces inconsciente, hay conceptos que te remontan a hechos anteriores pero la mejor manera de entender todo este proceso es enfrentarnos a un proyecto nuevo sin los prejuicios inherentes a una sociedad acostumbrada a las trivialidades cotidianas y a repetir patrones incesantemente. La inspiración se alimenta de influencias para luego surgir en la espontaneidad escénica a través de la frescura del acto creativo con un lenguaje propio y una estética depurada. El actor Alan Rickman decía que la mejor manera de actuar es dejar de hacerlo, es decir, la mejor manera de actuar es experimentar la riqueza del arte en todas sus facetas. Una vez tengas un bagaje artístico poderoso puedes volver con una voz propia a la interpretación. El actor nutrido con la belleza de arte es un actor distinto que puede asumir los retos teatrales desde una visión más orgánica y sobre todo enraizada en la verdad y en la empatía.
¿Qué puntos de la realidad discordante que vivimos hoy en día se reflejan en vuestras obras?
Todos nuestros espectáculos nacen de una preocupación concreta y fehaciente por algún tema específico de la realidad más apremiante. Nuestra compañía está fundada por dos amigos que a través de la confianza y el diálogo consiguen encontrar la diana justa para sus creaciones. Las temáticas de nuestros montajes abarcan diferentes temas tales como: la ficcionalización y espectacularización de la realidad; las migraciones humanas y el significado del concepto hogar como estructura emocional que guía nuestros pasos. Nuestro relato escénico se centra más en los hechos que no encajan o no llegan a tener consenso que en los eventos frívolos que dan todo por sentado, sin la indagación necesaria o la duda impostergable. Sería interesante poder contar la historia de la humanidad a través de esos momentos complejos donde el conflicto, parte de cierta incomunicación por conceptos opuestos en apariencia irreconciliables. En nuestro caso, lo más interesante ya no sólo es el tema que vamos a tratar, sino también el cómo lo vamos a desarrollar de una manera vanguardista y compleja. Nuestras obras se alejan de una estéril documentación o preparación lineal para desembocar en el poder de la metáfora como columna vertebral que sostiene todo el subtexto y libera todas las potencialidades creativas. En el caso de Una isla, tratamos la incomunicación con el prójimo a través de un prisma diferente. La inteligencia artificial asume el papel del otro y con un diálogo fragmentado lleno de vivas metáforas, entablamos una comunicación en busca de respuestas o en busca de nuevas interrogantes que cierren el círculo reflexivo. Nuestro objetivo es crear un nuevo mundo desde un lugar distinto de una forma indirecta y cuya evidencia, tengamos que descubrir juntos, cada uno con su propia visión de la vida.
La inteligencia artificial es quizás, el eje principal en el que orbita La isla. ¿La inteligencia artificial debería ser un camino o un destino?
La inteligencia artificial es un camino hacia el destino de una obra creada por humanos. Es una herramienta poderosa que permite desarrollar nuevas investigaciones escénicas. Es una tecnología con muchas posibilidades, pero también con inconvenientes que se traslucen a la hora de incorporarla a una obra de arte. La AI no es la panacea, es sólo una nueva vía que permite abarcar nuevos horizontes que hasta ahora eran utópicos. La pintura en sus inicios tenía la misión primordial de reflejar la realidad. Posteriormente con la llegada de la fotografía este hecho cambió porque se habían superado determinadas necesidades formales a la hora de expresar la realidad. El caso es que la pintura no ha desaparecido como consecuencia de una tecnología superior, al contrario, sigue vigente y sigue siendo un elemento crucial en el arte contemporáneo. Lo fundamental es que nunca cesará la necesidad de expresar, gracias al arte, los intrincados mundos que habitan el alma del ser humano. En realidad, debíamos tener más miedo a las personas que entrenan a la inteligencia artificial que a la propiamente dicha inteligencia artificial que, por otro lado, ha conseguido grandes avances en la detección de cáncer de piel, ha conseguido descifrar la escritura cuneiforme como también ha sido capaz de guiar misiles en la actual guerra de Gaza. El peligro, en definitiva, está en el ser humano que ha perdido la sensibilidad, la empatía y el contacto directo con la realidad.
La estructura de vuestra compañía juega con la metáfora de una república, ¿Cómo surgió la idea?
Nuestra república tiene un carácter asambleario donde la final decidimos Pau Palacios y yo … ja, ja, ja. A la hora de crear las bases de nuestra compañía no vimos idóneo los típicos cargos que se acostumbran a imponer a sus integrantes, por tanto, se nos ocurrió la metáfora como concepto. Nuestro equipo se estructura como una república donde cada uno ejerce una función específica y consensuada. Es una metáfora reflexiva sobre el trabajo en equipo y la comunicación eficiente.
¿Qué ha significado para vuestra carrera obtener el León de Plata en la Bienal de Venecia?
La obtención de este premio hace ocho años cambió radicalmente nuestra manera de enfrentar nuevos proyectos. De repente, pasamos de tener cierta repercusión en un determinado contexto a tener una relevancia mucho mayor en contextos más amplios. El León de Plata propició una mirada más cariñosa por parte de los centros españoles de producción y curiosamente comenzó una avalancha de reconocimientos nacionales que hasta ese momento, no nos habían tenido en cuenta. Los premios son importantes pero lo fundamental es seguir trabajando cada día en proyectos que nos apasionan. Al ser una compañía del sur de Europa tenemos una diferencia abismal de apoyo público y social respecto a los países del norte, donde el arte de cierta forma es mejor valorado.
¿Qué significa para vosotros ser irreverente o ser transgresor en el contexto del arte contemporáneo?
En mi opinión ser transgresor es ser complejo. Hoy en día los temas de muchos proyectos se tratan de una manera muy superficial, predecible e incluso plana. Se pasa por encima de los matices y las contradicciones propias de cualquier relato, es decir, se busca cerrar rápido el asunto sin calibrar el subtexto y sin tener en cuenta las particularidades y los escenarios. Ser transgresor es librarse de las etiquetas y buscar siempre nuevas perspectivas dentro de nuevos mundos. El arte contemporáneo se ha convertido en una herramienta tremendamente inocua, o sea, somos esa cosa que viene antes o después de la cena, somos como un escaparate exótico o disruptivo por el que el público en general pasa muchas veces de largo. Nuestra misión es cambiar esa tendencia con una profunda reflexión y con obras que sean más fáciles de asimilar en cuanto formato y lenguaje. Debemos ser capaces de conectar más intensamente con nuestros espectadores a través de un diálogo novedoso e inteligente.
La obra La isla ha tenido una gran repercusión por su planteamiento original y rompedor, ¿Cómo fue el proceso de creación?
Es un espectáculo que estrenamos en julio del año pasado durante el festival Grec en Barcelona, sin embargo, no quedamos demasiados satisfechos con el resultado obtenido. Desde julio hasta ahora hemos ido puliendo y ajustando la técnica hasta estar de acuerdo con el resultado final. El espectáculo plantea una conversación entre la compañía y la inteligencia artificial acerca de cómo crear un montaje teatral. Esta premisa se refleja en escena, presentando una potente reflexión donde es posible crear algo juntos. Es un viaje de un personaje heroico que se relaciona con el mundo y su entorno a través de un tipo de movimiento escénico que le lleva a plantear diferentes interrogantes acerca de la convivencia y el entendimiento humano, dentro del espacio metafórico de una isla inventada. Para nosotros el verdadero estreno fue la semana pasada en Turín y en estos días, en Conde Duque, seguimos el periplo de presentaciones por toda Europa. Este espectáculo significa un cambio en el lenguaje de la compañía ya que hemos incorporado nuevas coreografías y una plástica mucho más visual. Desde hace algún tiempo también estamos trabajando con dispositivos que permiten crear escenas de cine en tiempo real con diversos conectores y objetos simbólicos dentro de diferentes escalas que hemos reducido a dos: la humana y la macro. Para nuestro equipo es crucial reinventarnos y explorar nuevos universos. Lo que caracteriza a un artista es su mirada crítica sobre el mundo y eso implica ciertos riesgos que estamos dispuestos a asumir.